











Este proyecto es un refugio contemporáneo concebido como una extensión del paisaje. Situado en medio de un entorno natural boscoso, la arquitectura dialoga de forma sutil y respetuosa con el territorio, desdibujando los límites entre lo construido y lo orgánico.
Desde su cubierta verde que se funde con la topografía, hasta los reflejos del espejo de agua que acompañan el recorrido principal, cada elemento está pensado para invitar al silencio, la contemplación y la conexión con el momento presente. El diseño parte de una geometría limpia, líneas horizontales marcadas y materiales honestos como el concreto, la madera y el vidrio, que reflejan una estética minimalista con influencia japonesa.
En el interior, el espacio fluye libremente gracias a la transparencia visual y la apertura hacia el exterior. Un pequeño árbol cuidadosamente ubicado dentro de un patio interior sirve como ancla simbólica: una oda a la vida, al tiempo y a lo esencial.
Refugio sora no solo es una vivienda, es una experiencia introspectiva, un puente entre la arquitectura y el alma, entre el ser humano y su entorno más puro.